MICAELA TORRES, BARRIO SEMINARIO: “Nuestra lucha fue permanecer en el Barrio Seminario o en una localización digna”

Por Patricia Boyco / Diario el Centro, domingo 2 de septiembre de 2012

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MICAELA TORRES, BARRIO SEMINARIO: “Nuestra lucha fue permanecer en el Barrio Seminario o en una localización digna”

Micaela Torres participó en 2010 y 2011 en la Escuela de Líderes de Ciudad, iniciativa desarrollada por SUR Corporación y ONG Surmaule que este 2012 cumple 10 años en Talca. En esta entrevista nos habla de su trayectoria pos-terremoto como Presidenta de la Junta de Vecinos de Barrio Seminario, el trabajo colectivo por recuperar sus viviendas y los grandes desafíos que a su juicio tiene la ciudad de Talca.

Tu liderazgo de ciudad comenzó como consecuencia del terremoto. Cuéntanos cómo se gestó tu participación en los asuntos colectivos del barrio.

“Mi trayectoria comenzó después del terremoto, al ver mi barrio en el suelo. Comencé con acciones súper concretas en la emergencia, como mantener nuestro barrio seguro, formando grupos de vigilancia, preocupándonos de los vecinos más ancianos y desvalidos. Estaba atenta a la alimentación, agua, velas, carpas; tratando de contener el miedo y la angustia, los unos a los otros”.

Fue un “liderazgo de emergencia”…

“Sí. De hecho volví a mi actividad laboral y pensé que mi ayuda a la comunidad llegaba hasta ahí. Pero rápidamente me di cuenta de la escasa información del municipio y la cero ayuda social implementada por el municipio. No se desplegó ningún operativo social de ayuda a la gente damnificada, pese a que el municipio tiene dinero de la recaudación del Casino…pero yo pienso que se guarda para gastarla en año de elecciones. Como no había ayuda comencé a averiguar información por internet. En el Barrio se especulaba mucho. En principio, imprimía la información de cuáles eran los documentos necesarios para  acreditar la calidad de damnificada y los pegaba en los árboles que estaban en pie, o los entregaba mano por mano y tenía la oportunidad de escuchar a mis vecinos que muchas veces vi pero nunca miré. Era como si todo me dijera que yo tenía que ayudar, y me sentí con la responsabilidad que da el entendimiento; tenía que ayudarlos en este proceso en el cual estábamos solos y desinformados”.

Un liderazgo circunstancial que se convirtió en una dirigencia organizada y estratégica…

“Nunca había asistido a una reunión en la Junta de Vecinos… Es más, ni siquiera la conocía. Fui a una reunión invitada por los vecinos, donde me instale atrás para escuchar y terminé adelante organizando los grupos denominados por mí como: “En Reparación», “Con Terreno” y “Sin Tierra”.Desde esa fecha en adelante, mucha gente me buscaba para mostrarme documentación, hacerme preguntas, pedirme ayuda con los formularios… Me buscaron para que fuera su presidenta y desde entonces, no he parado”.

Los comités formados con tu ayuda han sido exitosas experiencias de trabajo colectivo en el Barrio. Cuéntanos sobre eso.

“En el grupo denominado por personalidad jurídica “Comité Sin Tierra San Pelayo del Barrio Seminario” y formado por veinte mujeres; nuestra lucha fue permanecer en el Barrio Seminario o en una localización digna. Lo logramos con perseverancia, descubriendo el poder de información, conocimiento y ayuda de personas y organizaciones no gubernamentales. ¿Por qué digo esto?: Porque el estar informado y el saber tus derechos, te hacen exigirlos con mucha más convicción. Se logró además un proyecto habitacional con la ayuda de las ONGs, donde se utilizó un modelo de integración de Fondo Social y de familias que tenían el poder de pago de subsidio. Ese conjunto estará ubicado en el sector de la Florida cerca del retén de Carabineros; construida por “La Provincia” una constructora cuyo dueño tiene un gran sentido social y que, con sus construcciones, demuestra que con los mismos recursos que las demás construyen, se pueden construir obras de calidad, ayudando a las familias a vivir en forma y en localizaciones dignas”.

Ese proyecto es un ejemplo de organización y gestión en Chile…

“Cierto. Y parece fácil, pero estuvimos dos años esperando que el Serviu nos otorgara la resolución; no sin antes pasar por todos los procesos existentes e inventados para que nos aburriésemos y desistiéramos de este proyecto, aceptando lo que el gobierno nos ofrecía y que era irnos a la periferia. Si este proyecto no lo hubiésemos gestionado las mujeres damnificadas la única alternativa que ofrecía el mercado y el gobierno era la periferia. Con esto aprendimos que estas dos palabras siempre están juntas: Gobierno y Mercado.

¿Qué otros aprendizajes te resultan significativos en el proceso?

“Lo segundo aprendido es que no conseguimos nada con diálogo y mesas de trabajo con el gobierno. Tuvimos que ejercer mucha presión, marchas y protestas…Lo mismo sucedió con el grupo “Con Tierra”, con quienes tuvimos que pasar por lo mismo para que saliera la resolución de las once familias que buscaban ser parte del proyecto pero en condiciones técnicas adecuadas y usando el ladrillo como material constructivo. La última protesta fue en enero de este año, la que fue cubierta por la televisión, lo que nos otorgó una gran ayuda mediática a nuestro problema y al Serviu no le quedó más que entregar las resoluciones en febrero. Lo importante que tiene que saber la ciudadanía es como, con la misma cantidad de UF, se logra realizar una casa con excelente estándar de calidad, que no se llueve, simiente sobre simiente y que deja a los damnificados conformes. Hemos visto otros grupos en Talca que optaron por las casas de la Constructora Independencia (Proyecto Fachada Continua); donde sus viviendas se llueven y están partidas. Este grupo de damnificados ahora está solo, no tienen soluciones reales ni ayuda de la autoridad”.

¿Cómo ves la ciudad de Talca más allá de los límites del Barrio Seminario?

Está ocurriendo el desplazamiento a la periferia de las familias de escasos recursos y, con esto, la pérdida de la memoria histórica de los barrios. El barrio es el único lugar que está quedando donde se produce la verdadera integración social. Vive gente de todas las clases sociales; obreros, técnicos, profesionales, artistas… Éste es el gran tejido social que debemos cuidar. Además, en la periferia no hay implementación para una buena calidad de vida, teniendo muchas veces que tomar dos locomociones para llegar al trabajo o al colegio, generando un gasto mayor, no hay áreas verdes y los consultorios colapsan. Los jóvenes se sienten deprimidos y decepcionados por falta de oportunidades y hay más consumo de drogas. No ven otras realidades y no tienen incentivos de pares distintos a ellos”.

¿La periferia es más bien un problema?

“Imagínate que no hay veredas en la periferia! Se nota mucho hasta donde llegaba la ciudad… Por ejemplo, en el Puente La Calchona, que es muy antiguo, pero continúa igual; pasa mucha gente, se está construyendo un edificio y nada mejora. Inevitablemente una se pregunta: ¿No existe una compensación social o mitigación de estas grandes empresas para mejorar el aseo y el entorno? Porque es notorio que va a aumentar aún más el flujo”.

¿Es un desafío para los ciudadanos?

“Hay que empoderar a la ciudadanía para que actúe como ente fiscalizador, sobre todo en los procesos electorales. Influyendo en los cambios de tu barrio y ciudad. Faltan espacios de participación vinculante”.

¿Y cómo debería ser esa relación entre lo social y lo político?

“La sociedad ya no cree en la política, la gente esta decepcionada de los políticos que se heredan los cargos de generación tras generación. Estamos cansados de las peleas por el poder sin pensar en el bien común, solo en los egos personales. Falta un cambio de fondo a la Constitución Política, para que de una vez por todas disfrutemos de una democracia de verdad. No soy militante de ningún partido político, no me representan”.

¿Tienes una idea de lo que pasará en las elecciones municipales?

“Para las elecciones tengo la tranquilidad de que los talquinos somos inteligentes para saber por quién votar, pensando siempre en el bien común por sobre la pequeñez, el afán de poder mal entendido y los logros personales e individuales”.

¿En qué te aportó la Escuela de Líderes de Ciudad en tu proceso de ciudadana?

“La Escuela de Líderes me enseñó a canalizar mi energía, despertar, soñar, aprender a mirar mi querida cuidad, mi país; pensar en lo que queremos heredarle a nuestro hijos, nietos, bisnietos y cómo podemos influir en estos cambios. Hay que creerse el cuento, que lo logrado ya es importante…el proyecto del edificio en La Florida es el único proyecto de integración a nivel nacional!.

 

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