Vecinos protestaron por el abandono del terreno del ex colegio San Andrés

Establecimiento educacional lleva cerca de 10 años abandonado. Falta de cierre perimetral ocasiona el malestar de la comunidad
Establecimiento educacional lleva cerca de 10 años abandonado. Falta de cierre perimetral ocasiona el malestar de la comunidad

TALCA.- Cansados de los robos, la drogadicción y hasta de prostitución, los vecinos de la Villa El Parque, salieron a la calle para manifestarse por el abandono del terreno donde se emplazaba el colegio San Andrés. Los vecinos explicaron  que el lugar sirve para que los jóvenes lo ocupen y realicen actos delictuales y que van en contra las buenas costumbres, atemorizando a más de 500 familias que residen en el sector.
Una de las dirigentes de la población Maritza Rocha, explicó que sienten miedo e inseguridad al transitar por el lugar, debido a que no hay un cierre perimetral. “Hay villas que existen hace tres años y este colegio abandonado lleva mucho más tiempo, entonces estos jóvenes ingresan y comienzan a beber y a drogarse, ocasionando robos en las casas que colindan con la propiedad”.
La dirigente vecinal comentó que se han comunicado con el municipio y las autoridades, pero hasta el momento no hay respuestas satisfactorias. “Sabemos que han existido empresas constructoras que quieren comprar el terreno, pero la suma millonaria que piden los dueños hace imposible el negocio. Si no hay una solución definitiva, exigimos que se haga un cierre completo del lugar para evitar el ingreso de estos delincuentes”.

PROBLEMA DIARIO
Para Lilian Rivero, dirigente de la etapa cuatro de la Villa El Parque, los problemas son a diario, generando un gran temor incluso dentro de sus viviendas. “Mi casa es colindante con este terreno y tenemos problemas todos los días, lanzan piedras a las casas  durante las noches, poniendo en peligro a quienes vivimos más cerca”.
Agregó que “además de ser un lugar muy peligroso, estos jóvenes que llegan a ocupar el ex colegio, realizan actos que atentan contra la moral, se pasean desnudos, mantienen relaciones sexuales y eso es un gran problema, ya que las familias que viven en el sector tienen hijos pequeños, los cuales no pueden ni siquiera salir a jugar a la calle por el riesgo que se corre”.
FALTA DE SEGURIDAD
Rivero explicó que al ser familias de escasos recursos, las panderetas son bajas y eso ayuda a que quienes ocupan este lugar abandonado, realicen actos delictuales. “Nosotros no podemos salir de la casa ni siquiera para hacer algún trámite, nuestras viviendas no pueden quedar solas, ya que se meten a robar a plena luz del día, los balones de gas, la ropa que uno lava, es realmente un problema este lugar”.

TEMOR EN LAS CALLES
Para quienes viven en las villas cercanas al ex colegio San Andrés, circular en las calles es otro de los problemas. Jacqueline Solís, vecina del lugar, sostuvo que “mi hija va al colegio y me da miedo que ande sola en la calle y yo vengo a dejarla todos los días, ya que pueden pasar cosas más graves como alguna violación. Los jóvenes beben, se drogan incluso tienen un colchón donde mantienen relaciones sexuales”.
Para quienes viven en las villas afectadas aún no hay respuestas de las autoridades. “No tenemos solución para este problema, lo único que se puede hacer sería cerrar el lugar como corresponde. Carabineros trata de ayudar pero como este problema es a diario, no siempre pueden venir cuando se les llama”, recalcó Solis.

Ciudad segura
Algunos de los vecinos de las villas, como es el caso de Jacqueline Solis, llegó de otra ciudad a vivir a Talca, en donde pensó que viviría tranquila. “Yo perdí mi casa en Constitución por el tsunami del 2010 y creía que en Talca iba a vivir tranquila con mi familia, pero ha sido todo lo contrario. La sensación de inseguridad es máxima, ni dentro de las casas podemos estar confiados, ya que en cualquier momento pueden ingresar estos jóvenes a los patios”, aclaró.

 

Fuente: Diario El Centro | 11 de octubre de 2014

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