Más de una veintena de poblaciones y villas conforman este sector de la capital maulina, que ha sufrido grandes cambios en las últimas décadas, trayendo consigo nuevas necesidades.
Si el sector -producto de su impresionante crecimiento habitacional y de las grandes distancias- ya cuenta con salud y servicio policial, ¿por qué no cuenta con bomberos?
Quisimos buscar la respuesta con alguien que ha trabajado incansablemente durante muchos años por el desarrollo de su población. Luis Fernández, es el vocero de la Mesa de Trabajo Las Américas – Doña Rosa, cuando lo contactamos, inmediatamente accedió a recibirnos, para intentar explicarnos que ha sucedido con la idea de crear la Novena Compañía de Bomberos y en qué estado de avance está el proyecto.
¿Cómo nace la idea?
“Nace hace ocho o nueve años atrás, cuando vimos nosotros que se estaba agrandando demasiado el barrio norte. Primero partió la idea de crear la séptima compañía. Perdimos la séptima, luego la idea era fundar la octava, que también perdimos… y al paso que vamos lamentablemente si no tomamos el toro por las astas, vamos a perder la novena compañía”.
¿Quiénes están detrás de esta idea?
“Están todas las juntas de vecinos del sector. Población Las Américas –que ya son 11 etapas-, Doña Rosa, Don Gonzalo, Don Ricardo, Padre Hurtado, José Miguel Carrera, Villa Norte, Villa Río, Cancha Rayada, los departamentos Lircay, Don Sebastián, entre varias otras. Independiente del lugar, acá lo que estamos velando es que bomberos quede logísticamente bien”.
¿Qué beneficios podría traer para el sector?
“Tendríamos bomberos a la mano. Ellos no solo es para apagar incendios, también trabaja en accidentes, caídas de personas, entre otras emergencias. A bomberos los necesitamos imperiosamente porque nos estamos agrandando. Hoy por ejemplo están haciendo departamentos casi llegando a Panguilemu y Nueva Aldea, por eso es imperioso tener la Novena Compañía”.
¿En qué etapa está el proceso?
“Yo creo que está en una etapa muerta hoy día. Porque no hay una claridad de cuál va a ser el terreno que se le va a entregar al Cuerpo de Bomberos”.
¿Cuáles han sido las acciones concretas que se han hecho hasta ahora?
“Hemos hecho reuniones con el superintendente de bomberos Enrique Espinoza. Ellos están dispuestos a todo y sentimos su total apoyo. Solo nos piden el terreno con su debida documentación, con el comodato en mano y ellos comenzarán a activar esto. Pero el tema del terreno está entrampado, pues han habido dos alternativas hasta ahora, pero nada se ha concretado”.
Las tareas que deben cumplir
La mesa de trabajo se ha fijado tres tareas fundamentales concordadas con el Cuerpo de Bomberos de Talca. La primera, es el comodato del terreno; la segunda, es conseguir un conteiner para guardar elementos que se usarán en la capacitación de los futuros bomberos y la tercera tarea –sino la más importante-, es tener una nómina de jóvenes interesados en participar. A la fecha, hay más de 20 personas que hicieron eco del llamado que se hizo a través de la radio comunitaria, comenta el vocero Luis Fernández.
Una mirada desde el punto de vista sociológico
El Territorio de Acción Colectiva (TAC), es un programa de investigación-acción, que se desarrolla en tres territorios de la ciudad. Uno de ellos en Las Américas, y busca promover la articulación vecinal y el desarrollo de capacidades de acción colectiva de las comunidades. Es un programa desarrollado en alianza entre la UCM, Surmaule y Corporación Sur. Según afirma Fernández, en el caso del proceso de fundación de la Novena Compañía, el trabajo articulador que realiza este programa ha sido de gran ayuda.
Francisco Letelier, Sociólogo, docente de la UCM y quien además participa del programa, comenta que “más allá de los temas de seguridad asociados, por ejemplo a los tiempos de respuesta, la instalación de bomberos en el sector implica una señal de integración muy fuerte y un reconocimiento de la importancia que tiene el territorio. Un barrio no solo se compone de casas, requiere la presencia de múltiples instituciones y bomberos es una de las más relevantes”
Se hace necesario entonces -hoy más que nunca-, que el comienzo de la formación de la unidad bomberil no sigan esperando otros años más. El incesante desarrollo demográfico del sector ha ido de la mano de otras instituciones públicas de emergencias y no sería lógico que incendios de grandes magnitudes nos sigan avisando de una urgencia que aún no ha sido cubierta por la sociedad y sus autoridades, con todo el daño social que ello implica.
