LAS PREGUNTAS CLAVE EN TORNO AL PROCESO DE RECONSTRUCCION. Una mirada desde la Región del Maule

Francisco Letelier, ONG SURMAULE
Marlen Ávila,   MNRJ Talca
Carolina Manríquez,   MNRJ  Constitución
Tusy Urra,  MNRJ Santiago

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20-12-2012 12-35-04El 3 de Diciembre el Ministro Pérez señaló que a nivel nacional la reconstrucción está en un 86% de avance. Antes, de visita en Constitución, el presidente Piñera cifró en 91% el avance en el Maule. Hace pocos días, Clarisa Ayala, directora regional del SERVIU, salió a defender la obra del gobierno frente a las críticas del Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa
(http://www.cooperativa.cl/noticias/pais/sismos/catastrofe-en-chile/serviu-del-maule-desestimo-criticas-de-damnificados-por-el-27-f/2012-12-19/145105.html).

Es efectivo que se han entregado subsidios, y que se han terminado e iniciado obras, pero ¿son menos reales las molestias de los damnificados, la sensación de abandono y las críticas al proceso? ¿Por qué la disconformidad con un proceso que para el gobierno es ejemplo mundial?

Responder estas preguntas nos lleva a poner en duda las tres ideas que el gobierno ha instalado como verdades sagradas: 1) las familias damnificadas son 220.000, 2) la tarea está casi cumplida y 3) se ha atendido a las familias realmente damnificadas.  (Dejaremos para otro momento la discusión respecto a la satisfacción con las soluciones y a los efectos urbanos de la reconstrucción).

¿Son 220.000 las familias damnificadas?

Según el gobierno se ha asignado 50.259 subsidios en la región del Maule, sin embargo, de acuerdo al propio MINVU, los damnificados son 65.968. Esto significa que por diversas razones 15.709 familias no tuvieron derecho a subsidio, cuestión que contraviene todos los acuerdos internacionales en torno a derecho a la vivienda adecuada y gestión de desastres, y constituye un claro signo de discriminación (Raquel Rolnik, relatora especial para el derecho a la vivienda adecuada de la ONU).

Si proyectamos el número total de familias a las que se les ha negado el apoyo estatal, tenemos que son casi 80.000 en todas las regiones afectadas. A esta cifra se suman miles de familias que, por la condición de vulnerabilidad en la que quedaron luego del terremoto, no tuvieron la capacidad de acreditar su condición ante los organismos públicos en los plazos que entregó el gobierno. Esto último es bien paradójico por cuanto, en vez de ser el Estado el que catastra los damnificados, son ellos mismos los que debieron “probar” su condición.

¿Se termina la tarea?

El 27 de noviembre en Constitución, el propio presidente Piñera cifró en un 91% de avance la reconstrucción en la región del Maule. Sin embargo, según las propias estadísticas del MINVU, este porcentaje hace referencia a obras iniciadas y no a obras terminadas. El porcentaje de avance en estricto rigor, es decir, considerando obras terminadas, es solo del 57%

De este 57%, el 59 son reparaciones y el 41% son nuevas viviendas. Esto implica que, según las propias cifras del MINVU, si bien el avance en reparaciones es del 88%[1], elavance en la reposición de viviendas es solo del 38.

Si el avance se calcula incorporando a las familias que no tienen derecho a apoyo del Estado, el avance en cuanto a obras terminadas pasa de 57% a 43%, cifra que en el caso de reposición de viviendas disminuye de 38 a 28,6%.

Una declaración más responsable de la autoridad sería por tanto, que “en la región del Maule, si bien el porcentaje de reparaciones terminadas es alto, el porcentaje de viviendas reconstruidas es solo del 38%” … Esto es bien distinto a hablar del 91% de avance y representa una forma de violencia contra miles de personas que seguramente pasarán un nuevo invierno sin una solución.

¿Se ha atendido a las familias realmente damnificadas?

En Talca, existen más subsidios asignados que damnificados considerados hábiles de subsidio. Incluso, existen más subsidios asignados que el total de damnificados (hábiles y no hábiles de subsidio). Este extraño fenómeno es necesario vincularlo al hecho de que muchas familias del centro histórico de Talca han reconstruido sin subsidio[2]. Entonces: si hay más subsidios que damnificados y  muchos damnificados no han utilizado subsidios ¿qué significan las cifras del gobierno?

En la página del MINVU (obrasreconstruccion.minvu.cl, visitado el 19 de diciembre a las 13:00 hrs.) se puede apreciar un mapa que localiza los subsidios asignados en Talca. Es sorprendente ver que la distribución de estos puntos es muy densa fuera de la zona dañada y muy tenue en la zona más afectada por el terremoto. ¿Por qué? ¿Qué tipo de problemas están solucionando subsidios en zonas donde aparentemente el terremoto no produjo daños? Quizá estemos en presencia de cifras que consideran la reparación de una pandereta como reconstrucción, mientras se deja fuera la recuperación de una vivienda dañada gravemente o más grave, tal vez estamos en presencia de subsidios tradicionales contabilizados como subsidios de reconstrucción.

Finalmente…

Responder preguntas como éstas quizás explique el tremendo malestar y asintonía entre la experiencia diaria de las personas, familias y comunidades con quienes formulan y toman las decisiones de política, y los grandilocuentes anuncios de quienes gobiernan.

Las críticas al proceso de reconstrucción no son antojadizas. Si bien se reconoce un avance, claramente el gobierno ha tendido a apurar los procesos a través de la disminución del número de damnificados a atender,  vía manipulación comunicacional de las cifras de avance y, cuestión que hay que investigar, incorporando a los números de la reconstrucción subsidios que nos están resolviendo problemas reales asociados al terremoto.

En este contexto, así como el avance es innegable, también es innegable la justificación para la crítica. Si el gobierno sale de su soberbia, quizás se podría tener una conversación más serena y fructífera.

 

[1] Un asunto aparte es la calidad de lo reparado ¿Qué porcentaje de habitabilidad recuperan las viviendas reparadas con un subsidio que en la práctica implicó una inversión real de solo $700.000? (El Subsidio Protección del Patrimonio Familiar aplicado en la mayoría de los casos era de UF 50, de las cuales un 30% aproximadamente se considera utilidad de la empresa que repara)

[2] En la ciudad de Talca, no más del 30% de los y las damnificadas que debían reparar sus casas lo hicieron con subsidio público. Lo anterior se desprende del catastro realizado por ONG SURMAULE y el Centro de Estudios Urbano Territoriales y es refrendado por la información georreferenciada que el MINVU mantiene en su sitio web y que muestra ausencia de proyectos de reparación justamente en la zona afectada por el terremoto. Al mismo tiempo, no más del 50% de viviendas repuestas en Talca han utilizado subsidios.

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